Soy abogado de mí mismo. Que no se malentienda: acudo a las instituciones establecidas para hacer valer la Ley, en beneficio de todos. Siguiendo mi ejemplo, al estilo de Ralph Nader, mi ilustre predecesor y amigo, millares de gentes pueden ayudarse a sí mismas.
Los consumidores somos víctimas de empresas desalmadas, duras, cínicas, farsantes, del tipo de Qualitas y Willys. Como conocedor del Derecho sé que estos calificativos son apropiados y que ni calumnio ni difamo a estas organizaciones fraudulentas.
El caso que expongo es: CREDINISSAN, empresa financiera de factoraje y de pillaje, me presentó un contrato de adhesión que en su carátula indicaba mi obligación de liquidar 48 pagarés cada mes, por una cantidad de $3,200.00, cada uno. Sin consultarme, sin mi anuencia, firma, consentimiento, un año después contrató la tal Credinissan, un seguro con QUALITAS- WILLYS, ostentándose como los dueños absolutos del auto PLATINA, y elevó la cantidad pactada de los pagarés en casi mil pesos, obligándome a pagar alrededor de $4,100.00, mensuales. eL CLIENTE ES DE PALO: NO ENTIENDE, NO VE, NO OYE, NO NIEGA: SIMPLEMENTE ACEPTA a fortiori.
Más aún, en la cuenta en que le obligan a depositar mensualmente las cantidades fraudulentas, nada tiene que hacer más que observar que sacan lo que lse les da la gana: intereses, intereses mopratorios, intereses sobre intereses, cantidades de multa, sanciones y un pagaré abultado arbitraria, unilateralmente y, definitivamente: ILEGALMENTE.
Hace cuatro meses, tuve un accidente y recurrí al seguro. El ajustador de negó a enviar una grúa al lugar del siniestro. A mis costas, se puso una nueva llanta, se arregló una afasia delantera que se desprendió del vehículo y se quitaron los cristales rotos. Me vi forzado a conducir el auto hasta el taller de NISSAN AGRÍCOLA, en Cuernavaca.
Soy una adulto mayor. Tras la crisis nerviosa por el accidente, no estaba en condiciones de llevar una carcacha destartalada por la carretera al taller situado a 30 kilómetros de distancia.
El auto hasta el MERO día de hoy--siete de enero de 2009-- me ha sido reportado como arreglado, por el taller de la NISSAN. Han transcurrido ¡¡CUATRO MESES!! CIENTO VEINTICINCO DÍAS, DESDE EL DÍA DEL ACCIDENTE, ¿lo quiere usted creer?
En ESE LARGO lapso, he tenido que transportarme en taxis. Mi domicilio está en una colonia residencial donde no circulan transportes públicos. cIERTO, PUEDO ANDAR CON MI BASTÓN, TROTANDO ALEGREMENTE POR LAS SOLITARIAS CALLES DE LA COLONIA GRANJAS MÉRIDA, como quieren los willys y qualititas que haga un "vejete pendejete".
Y hoy, tras gritarme, indicarme soez y vitriólicamente, que le importaba un pito que recurriera a PROFECO, CONDUSEF o cualquier otra "autoridad chafa", el gerente de QUALITAS-WILLYS, un energúmeno, señor de nombre Luis Fernando Rivera, colgó el teléfono mandándome al diablo: "¡Vaya Usted con el Abogado del Diablo! Nosotros tenemos nuestro Departamento Jurídico y me hicieron saber que su coche se puede quedar en el taller hasta el Día del Juicio Final..."
Pues yo seré el Abogado de un Ángel que ha sobrevivido setenta años de fragorosas batallas con pillastres como estos.
Y aquí comienza: poco a poco le iré presentando alegatos, normas jurídicas aplicables y recursos.
Creo que Usted hará bien en echarle un vistazo a mis batallas.
Mire, acabo de ganar un juicio que me entabló otra empresa de factoraje y de pillaje que representaba a PEUGEOT, a la agencia MARSELLAUTO DE CUERNAVACA.
La resolución final estuvo a mi favor: me devolvieron todo el dinero que representaba el valor del auto nuevo y le impusieron sendas multas a los infractores porUN MILLÓN DE PESOS, you wont¨believe it?
Tenga la bondad de visitar mi sitio web, AL GRANO!!, en esta dirección:
http://www.paginasprodigy.com/7773851733
Allí encontrará varios artículos que siguen la trayectoria del caso. Será muy aleccionante para usted y útil para enfrentarse a este tipo de peligrosos pillastres.
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